Artículos de actualidad de la UIT-CI




Artículos de actualidad sobre Ucrania



8M en Lleida y Barcelona: OTRO AÑO LAS CALLES FUERON FEMINISTAS!



Estás aqui : Portada » Temas » Política

En respuesta a CRT

Josep Lluis del Alcazar, 17 de abril de 2021




En diversos artículos de la CRT cuestionan la política de Lucha Internacionalista a la que llegan a considerar “el último furgón de cola de la política del giro a la derecha de la CUP y su estrategia de conciliación de clases.” Y afirman que: “Los compañeros de LI optaron más bien por una línea oportunista, de renunciar a la lucha política pública contra el “nuevo ciclo” y a proponer una alternativa política.” Esto último es directamente falso y la CRT lo sabe. La posición de Lucha Internacionalista ha sido sistemática, públicamente enfrentada al giro de la mayoría de la dirección de la CUP. Tendrían que demostrar donde LI ha renunciado a esa lucha política. Se puede compartir o no la batalla que hemos dado, pero no negarla. No hay más que recorrer artículos en nuestra prensa y página web, y de los que se han hecho eco medios de comunicación.

Creemos que se equivoca la CRT cuando afirma: “No tiene sentido, continuar dedicando más esfuerzos en corregir giros derechistas de organizaciones reformistas de izquierda, tal como hoy se dispone Lluita Internacionalista dentro de la CUP”. Efectivamente, la dirección de la CUP inicia antes del verano un giro a la derecha en el que incluye entrar en un Gobierno ERC-JXC y, en ese sentido llega a un acuerdo con Guanyem.

Nos opusimos desde el primer día, a la orientación y al acuerdo. Desde esa posición, en octubre presentamos 12 puntos básicos con la doble ruptura con el estado y el capitalismo, reafirmando una política de independencia de clase ante ERC y JXC. Finalmente, en diciembre sería aprobado con algunos matices por las 11 organizaciones que conformamos la coalición electoral. Efectivamente el acuerdo de 12 puntos entraba en contradicción con la orientación definida por la dirección de la CUP y así lo afirmamos públicamente: la CUP está ante un dilema. El CRT presenta el acuerdo de 12 puntos como “un acuerdo diplomático” para encubrir el giro a derecha, un lavado de cara.

Hay una permanente necesidad del CRT de minimizar la resistencia interna en la CUP-UNCPG. Pero a fines de enero, y una semana antes del inicio de la campaña las bases impugnaban la línea seguida y la campaña electoral, obligando a remodelarla en el último momento. Tras las elecciones, la batalla interna ha continuado. La dirección de la CUP-UNCPG llegaba a un preacuerdo con ERC y tras la defensa unánime por parte de la dirección, un 40% se pronunció directamente en contra y más del 85% lo consideró insuficiente. Que hay una batalla política en la candidatura sólo no lo ve, quien no lo quiere ver, o quien tiene que justificar que no ha querido estar en esa batalla política.

Es difícil que existan referentes políticos anticapitalistas y de ruptura con el régimen con una cierta incidencia y las coaliciones con la CUP (AE, PR, CC y hoy UNCPG), lo han sido. Sólo basta ver la dificultad que hay en todo el estado para levantar referentes a la izquierda de Unidas Podemos, como para no menospreciar la batalla por esos cientos de militantes que han buscado una opción de ruptura con el estado y con el capitalismo. Aquí también una diferencia no menor, para el CRT la CUP es una organización reformista, como sería el caso de Podemos, nosotros hemos definido a la CUP como una organización centrista, es decir que se desliza entre posiciones revolucionarias y reformistas. Para nosotros hay líneas rojas evidentes, como siempre hemos dicho, como es el caso de la entrada en el Gobierno, pero hay una batalla abierta y junto a esos casi 400 compañeros/as que dijeron no al acuerdo, la vamos a dar.

Pero, así como Corriente Roja -que también define que la política de la coalición de la CUP es incorregible- levantó una candidatura, aunque no lo compartamos como explicamos (LI 171), el CRT se limita a criticar a los demás por no hacer caso a su política y se limita a verlas venir llamando a la abstención o el voto nulo. Ahí las diferencias ya no son sólo de apreciación de la situación, o de caracterización de la CUP, también son de actitud y de método.

Josep Lluís del Alcázar

Ir a la versión en catalán