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EDITORIAL 30/10/22. “Irán: la revuelta de las mujeres y los pueblos” y “El gobierno intenta desactivar el movimiento por los salarios y pensiones”

Lucha Internacionalista, 9 de noviembre de 2022




Irán: la revuelta de las mujeres y los pueblos

Seguro que Mahsa Amini no fue la primera mujer asesinada en Irán a manos de la policía de la moral, ¡pero esta vez las mujeres y los pueblos han dicho basta! Nadie dicta ni sabe cuándo una gota más colma el vaso. A Mahsa la matan en Teherán, ella es kurda. Y es en las regiones del Kurdistán que nace la movilización, pero allí no se detiene y se extiende como la pólvora por todos los pueblos y regiones de Irán. El régimen de los ayatolás responde con una dura represión que ya se ha llevado al menos 240 vidas y miles de heridos/as y detenidas, pero la gente no se detiene. Empieza la revuelta.

La irrupción de la clase obrera con sus métodos de lucha supone un salto. Primero la huelga general en Kurdistán. Más tarde son los trabajadores del petróleo, la clave de la economía de Irán, que se ponen en huelga. Con el fin del duelo a los 40 días del asesinato de la Mahsa, el pasado 26 de octubre, las movilizaciones toman mucha fuerza, pese a las advertencias del régimen. Empiezan a crearse coordinaciones locales, que son vitales para dar continuidad a la lucha y definir objetivos. Los recursos del régimen para intentar criminalizar la protesta van fracasando, ni el ser mujer, ni el ser kurda detiene la respuesta unánime contra el régimen: hombre o mujer, kurda, baluchi o persa. Los movimientos armados kurdos de momento dan el protagonismo al movimiento de masas. Y el clamor de lucha kurda «mujer, vida y libertad» es hoy el de todos los pueblos de Irán.

Irán es una de las potencias regionales que pugnan por el control de Oriente Medio. Su influencia fue decisiva -junto con la aviación rusa de Putin- para evitar la caída de Al Asad en la revolución siria, pero también fue clave en la estabilización del régimen de ocupación del imperialismo norte-americano en Irak. Y en Líbano. Por eso la revuelta de las mujeres y los pueblos de Irán abre la puerta a otros pueblos de la región. Y por eso mismo, las críticas de los imperialismos estadounidense y europeo al ahogamiento en sangre de la revuelta se hace con la boca pequeña.

Estamos incondicionalmente junto a las mujeres y los pueblos que luchan contra esta dictadura reaccionaria. Rechazamos el intento de utilizar la revuelta desde occidente para agitar discursos racistas o islamofóbicos. Lo que define nuestra posición es la lucha de clases contra el poder burgués y reaccionario de Irán. Y no subordinamos nuestra política a supuestos intereses geoestratégicos. Nuestra lucha es la de la reconstrucción del internacionalismo de clase, por eso es la lucha que une a los pueblos iraníes, con los sirios que lucharon contra Al Asad, con el pueblo yemení atacado por Arabia Saudita, y con el pueblo palestino, brutalmente reprimido por Israel.

El gobierno intenta desactivar el movimiento por los salarios y pensiones

Europa vive convocatorias de huelgas obreras como no se veían desde hace tiempo: en Inglaterra los ferroviarios, trabajadores/as de puertos, metro de Londres o basura de Edimburgo. En Alemania los puertos del Mar del Norte, sector aéreo, y ahora salta a la huelga el metal. En Francia, fue el sector aéreo, más tarde las refinerías en huelga indefinida y las dos convocatorias de huelga general del 29 de septiembre y 18 de octubre, con una nueva para el 3 de noviembre. Bélgica y Holanda también. En Portugal y España el malestar crece, saltan algunas luchas, pero falta esta centralización. Grecia prepara huelga para noviembre.

En el estado español hemos tenido una fuerte huelga en el metal de Cantabria y movilizaciones del sector aéreo en verano. Saltó TMB de Barcelona también por salarios, en primavera lo había hecho enseñanza pública para acabar con los recortes. La generalización de la lucha contra la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y pensiones se impone, por lo que el gobierno del PSOE-Podemos intenta levantar primero la propuesta de Pacto de rentas, un intento de limitar la subida de los salarios, y, cuando el Pacto no avanza, intenta imponer las limitaciones salariales a partir del acuerdo con CCOO y UGT para la función pública.

La patronal sabe que la diferencia con los gobiernos del entorno y la composición del Gobierno PSOE, IU, Podemos, es el peso que tiene entre las direcciones sindicales mayoritarias, por eso la patronal se queja, pero deja hacer. Han firmado un 3,5% para 2022, un 2,5% del 23 y un 2% para el 24, con unas revisiones que pueden llegar a 1,5% más. Es decir, un incremento para tres años que sólo la inflación de 2022 probablemente ya se coma. Una vez más, las direcciones de CCOO y UGT han aceptado una nueva pérdida de poder adquisitivo. Nefasto.

El acuerdo marca la negociación colectiva en el sector privado. Con una posición mayoritaria de CCOO y UGT se firmaban acuerdos en el metal de Navarra, Ourense y Tarragona, con subidas ligeramente superiores a las de los funcionarios, pero sin garantizar el poder adquisitivo. En Barcelona estaban convocados a la huelga el 27 y 28 de octubre, pero la firma del acuerdo desactivaba la huelga. Sólo resiste el metal de Bizkaia, con otra mayoría sindical, que hacía con éxito las huelgas del 27 y 28 y tienen otra para el 2, pese a que la patronal ya ha subido el 6’5% para el 2022, pero sin consolidar las cláusulas de revisión.

Si la labor política es la de construcción de una alternativa de la izquierda por la doble ruptura -con el régimen y el capitalismo-, no es menos decisiva la construcción de una alternativa al sindicalismo de pactos y renuncias de las direcciones de CCOO y UGT. Es necesario construir y buscar acuerdos mínimos para movilizar desde el sindicalismo combativo. La movilización del 15O a Madrid, impulsada por los pensionistas, exigiendo el IPC para salarios y pensiones, podía ser el inicio de un camino hacia la necesaria huelga general, como en el resto de Europa.

31/10/22
Lucha Internacionalista

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