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NO a la segunda fase de la reforma de las pensiones

Lucha Internacionalista, 16 de abril de 2023




1.- Las propuestas presentadas en el real decreto nacen fundamentalmente de las exigencias de la UE para recibir la cuarta entrega de los Fondos Next Generation. Con esta segunda fase se consolidan las reformas de los sucesivos gobiernos desde el 2011 de recortes de las pensiones públicas y privatización de parte de las cotizaciones sociales con los Planes de Pensiones de Empresa. Esta segunda fase también incluye nuevos recortes a las pensiones futuras y no da respuesta, o queda muy lejos, de las reivindicaciones reclamadas por los pensionistas en sus movilizaciones.

2.- La llamada modernización del sistema de pensiones del gobierno del PSOE-UP parte de la filosofía del Pacto de Toledo, ampliamente rechazado por las movilizacio-nes pensionistas y de organizaciones de la clase trabajadora.

3.- Al mismo tiempo, la situación de solvencia del sistema público de pensiones se controlará cada tres años por la AIREF, hasta el 2060, teniendo potestad para definir sugerencias para reducir el gasto, que tendrán que ser tenidas en cuenta. O sea, los y las pensionistas futuras, están topadas y podrán verse agravadas las condiciones para percibir futuras pensiones al depender de mantener el gasto aprobado, a la vez que se condiciona la subida de las pensiones mínimas y la lucha contra la brecha de género.

4.- Se parte de una premisa negativa cuando hablan de los años tomados para promediar el cálculo de la pensión, se nos vende como un logro aumentar desde 25 a 29 años los de cómputo, cuando antes de la reforma del 2011 era de 15 años. Eso no se puede vender como un logro positivo, sino que suma un nuevo recorte directo a las pensiones futuras. Un recorte de miles de millones para los nuevos pensionistas, aunque exista un tiempo de aplicación, se consolidan los 29 años a su finalización.

5.- El Factor de sostenibilidad intergeneracional o mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), es una nueva recaudación de hasta el 1,2% (0,2% en nómina y el 1% directamente desde la empresa) que pretende reforzar los ingresos de la Seguridad Social y llenar la hucha de las Pensiones con la creación de un Fondo de Reserva de la Seguridad Social.

Las diferencias de la cuota de solidaridad con el MEI, son que la recaudación no va al fondo de reserva y que solo llegarán a pagarlo un 6% de los salarios (de la nómina y empresa ahora ya se paga un 29%), en definitiva, no es ‘demasiado’ para los salarios de los diputados (por ejemplo)

La presión de las movilizaciones pensionistas ha conseguido que el gobierno renunciase a la propuesta anterior de sostenibilidad prevista con recortes en las pensiones según la evolución de la esperanza de vida. Pero la recaudación va a un fondo de reserva cuando debería servir para hacer frente a la necesaria subida de las pensiones mínimas de millones de pensionistas que viven por debajo del nivel de la pobreza.

Esta nueva recaudación no tiene en cuenta que los salarios están subiendo por debajo del IPC, con una devaluación salarial de los convenios firmados, que rondan de media un 2,78 % y con una inflación del 8,4 %, en realidad a los empresarios les sale muy barata está nueva cotización como se refleja en la presentación del Decreto por el Gobierno.

6.- Los salarios que superaban 4.139,40 euros mensuales, en el 2022, no cotizaban a la Seguridad Social: se propone el destope de estos salarios. A partir de ahora comenzarán a cotizar hasta llegar a un 6%. Esta medida necesaria, que debería haberse realizado hace muchos años, representa un 10% de asalariados y con aumentos que normalmente no están sujetos a convenio.

7.- Con la reforma seguiremos teniendo pensiones de miseria, ya que como no se les revalorizan las pensiones en función del IPC real, las pensiones mínimas seguirán estando por debajo del umbral de la pobreza lejos de los 1.080 euros de la Carta Social Europea y la pensión de viudedad sigue no siendo igual al 100% de la pensión del cónyuge o pareja.

Con la nueva fórmula de revalorización de las pensiones (IPC Medio) se deroga el IPC Real y la llamada ‘paguilla’ de fin de año que se aplicaba para ajustar el IPC anual. El resultado es que entre 2021 y 2022 hemos perdido un 7,2% de coste de la vida que hemos pagado mes a mes. El aumento del 8,5% del IPC Medio del 2022 a estas alturas del año ya no cubre la pérdida anterior, y más con el aumento de más del 12% de los productos alimentarios.

Continua la reducción de las pensiones de viudedad respecto a la del cónyuge, dejando a los pensionistas en situación vulnerable para mantener los gastos que deben soportar, la mayoría mujeres que pasan a cobrar pensiones por debajo del nivel de la pobreza.

Se legisla para que las pensiones contributivas lleguen, en el 2027, a un importe de 1.200 euros por 12 pagas (1.028 € por 14 pagas) pero solo a pensionistas con una persona a cargo. Una fórmula de presentación que lleva al engaño ya que es una pensión para dos personas teniendo en cuenta la suma de ingresos de la unidad familiar. La reforma queda lejos de los 1.080 euros por 14 pagas de pensión mínima que reivindicamos para sacar de la pobreza a la mayoría de pensionistas.

Con las pensiones no contributivas se plantea, que en el 2027 lleguen al 75% del Umbral de la Pobreza, que conlleva legislar la perpetuidad de la pobreza en una parte de las pensionistas.

En realidad no hay ningún cambio significativo para combatir la pobreza en las pensiones más allá de la propuesta de garantizar la subida anual de las pensiones y un aumento más significativo en las pensiones mínimas, ambas presionadas por la lucha pensionista pero muy lejos de sus reclamaciones.

8.- Las mujeres siguen soportando la brecha de género ya que cobran un 24% menos que los hombres en salarios y un 32% en pensiones. El 63% recibe un importe inferior al Salario Mínimo Interprofesional. La subida de la pensión mínima a 1.080 euros sería la medida de choque más efectiva contra la brecha de género. Todas las medidas aplicadas anteriormente, como las implantadas en febrero de 2021 por el gobierno de coalición, con el llamado complemento de brecha de género, (28 euros por hijo o hija) que se concede al progenitor que acredite un perjuicio en su carrera profesional tras el nacimiento de un hijo o una hija no es solo insuficiente, sino que la brecha ha seguido aumentando, y vuelve a considerar a la mujer como proveedora de hijos. Es necesario un plan con recursos y expreso para realmente avanzar en la disminución de la brecha de género.

9.- Aplicar la propuesta del Gobierno de descartar los dos peores años de cotización, abre la puerta a un incremento de la brecha de género en las pensiones medias. Las mujeres empeorarían sus pensiones en 0,86% y los hombres la mejorarían en un 0,44%, lo que significará aumentar la brecha de género en 1,3 puntos.

Como conclusión nosotros decimos NO a la reforma de pensiones por coherencia, porque precariza, empobrece a las y los trabajadores y porque además se aleja mucho de las peticiones del movimiento pensionista.

GOBIERNE QUIEN GOBIERNE,
LAS PENSIONES SE DEFIENDEN EN LA CALLE

Pensionistas LI

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