Los planes de austeridad para
las condiciones de vida de los
trabajadores y trabajadoras
van siendo aprobados por
todos los gobiernos europeos,
en una operación sincronizada
y coordinada, si no directamente
dirigida, desde los
centros decisorios del gran
capital internacional. Así, en
algunos países la excusa es la
reducción del déficit público,
en otros el aumento de la
competitividad y en otros más
retomar la senda del crecimiento
económico. En todos, el
denominador común es la
flexibilización de los contratos
y de los mercados de trabajo -
con la simplificación y abaratamiento
de los despidos-, los
recortes de los derechos
sociales –sanidad, educación,
prestaciones…-, las
privatizaciones del ya debilitado
sector público, la subida de
impuestos a los salarios y al
consumo, y la rapiña de los
sistemas públicos de pensiones
 junto al retraso de la edad
de jubilación y la rebaja de las
pensiones por jubilación.

No son medidas nuevas. Los portavoces
de la burguesía llevan años
anunciando sus intenciones. Pero
estas medidas se han visto aceleradas
por la crisis económica, que
debe recaer sobre las condiciones
de vida y trabajo de la mayoría para
salvar lo más posible de los beneficios
de la burguesía. Así, las reformas
de Grecia, España o Portugal
no son tan diferentes de las de Francia
o Alemania, y estas, a su vez,
complementan las aplicadas por la
nueva burguesía en los países del
Este. Estas reformas, junto a las
leyes que limitan la libre movilidad y
los derechos de los trabajadores y
trabajadoras fuera de sus países –
extranjería, inmigración, etc.- están
cambiando radicalmente los niveles
de vida y las condiciones de trabajo
de toda la clase obrera del continente,
hasta hace poco punto de
referencia para la clase obrera mundial
por las conquistas sociales conseguidas
y mantenidas desde la
posguerra mundial hasta el inicio de
la llamada «globalización».

Las burocracias sindicales europeas,
formadas en las luchas obreras
de las generaciones anteriores,
y consolidadas en los últimos años
como apéndices de los estados y
de las empresas para la aplicación
de las rebajas progresivas de las
condiciones de vida y salario y de
los derechos de la clase obrera, se
ven ante el riesgo de quedar fuera
de juego dado su creciente descrédito
entre los trabajadores y trabajadoras,
y dado también que la burguesía
puede ahorrarse unos cuantos
millones de euros con aparatos
sindicales más baratos y menos
numerosos, que pueden cumplir la
misma función de someter a la clase
obrera a la aceptación de sus
dictados y medidas.

Pero la clase obrera empieza a
reaccionar, participando en
movilizaciones y oleadas
huelguísticas que ya parecían cosa
del pasado, y su presión hace que
las burocracias sindicales tengan
que lanzar convocatorias de lucha
para, por una parte, lavar sus caras
manchadas por el colaboracionismo
de los últimos años, y, por
otra, impedir que la presión
movilizadora de los trabajadores/as
escape a su control. Así, en Francia,
donde se han votado ya, para
la 2ª quincena de octubre, huelgas
indefinidas en el transporte, las refinerías
petroleras y otros sectores
contra la reforma de las pensiones
de Sarkozy, ha habido ya 6 jornadas
de lucha y 5 Huelgas Generales,
en las que millones de trabajadores/
as han rechazado la política
del gobierno. También en Grecia,
millones de trabajadores/as han respondido
con Huelgas Generales la
política de «ajuste». En Portugal se
anuncia la convocatoria de una
Huelga General para finales de Noviembre.

En los países del Este las
movilizaciones de los últimos meses
han sido cada vez más masivas…
Todo esto pone en evidencia la
necesidad de empezar a impulsar
la acción conjunta de la clase obrera
europea, más allá de las
oficialistas movilizaciones convocadas
por la CES (Coordinadora Europea
de Sindicatos) a fines del pasado
septiembre. La burguesía unifica
sus planes, y nosotros/as debemos
unificar nuestra respuesta. Sólo así
podremos vencer.

¡Contra los planes de austeridad,
por la defensa de los
derechos y conquistas sociales
y laborales y el nivel de vida de
los trabajadores y trabajadoras
europeos!

¡Jornadas de Lucha a nivel
europeo, en el camino de la
Huelga General en toda Europa!